練習 Renshū : Practica, Ejercicio, Entrenamiento
Últimamente se lee mucho acerca del verdadero Bunkai… que bonito es todo lo verdadero, el verdadero kata, el verdadero kumite, el verdadero Karate… Y cuán difícil es encontrar lo que se aproxima a nuestra búsqueda de nuestra propia verdad.
Por supuesto, también he buscado yo mi verdadero Bunkai… y al final, tras mucha búsqueda, he llegado a la conclusión de que no se nada. Así de claro. He aprendido tantos bunkais, y tantas posibilidades, que no cual escoger. Y estoy hablando de entre las que he considerado útiles, que inútiles hay muchas más.
Por ello me llegué a encontrar algo perdido. Cuantas cosas se pueden sacar de un esquema, pues una kata no es más que un resumen escueto. Cuando profundizas en ello hay tantas variantes, sobre todo, si sólo se conoce el resumen, y no el libro del que lo resumes… que puedes crear miles de libros distintos, o uno gordísimo.
Así pues, al final, viendo que el resumen no estaba claro, de hecho, eso suele suceder si coges cualquier resumen de otra persona y no conoces de qué va el tema, opté por leerme el libro.
Buena pregunta eso de leerme el libro, ¿Qué libro? ¿Qué libros? Bien… fue una gran pregunta la que tuve que hacerme. Así que, ni corto ni perezoso, con todo lo que albergaba mi escaso conocimiento, me fui a la tienda local de artes marciales, donde tienen una pequeña sección de libros.
Allí me tiré no menos de dos horas, mirando por encima todos los libros que podrían serme de interés… Olvidándome de esos libros que nada más ver las primeras fotos dudas del conocimiento del autor, pues se ve una mala ejecución de los movimientos, aquellos otros que no decían nada, y las páginas eran fotos de dos personas bailando, y los últimos que solo contaban una historia, siendo todo aparentes filosofías profundas. Me quedaban pocos donde escoger.
De los verdaderos libros de artes marciales, me di cuenta de que había dos vertientes: la que enseña cosas simples; y la que enseña combinaciones. En las que enseñaban cosas simples, estaban: las de kumite de karate, el judo y el aikido. Y de las que enseñaban cosas complejas: los bunkais de karate, el jujitsu y el hapkido.
Claro, allí estaba yo, tentado por aquellas combinaciones maravillosas, sorprendentes, espectaculares, dignas de una película de artes marciales. Frente a las frías, simples, sencillas y austeras técnicas de no más de uno o dos movimientos. Puede que por un segundo pensara que las combinaciones eran lo mejor… no, en verdad no llegué a pensarlo, pero solo fue porque ya sabía a lo que iba.
Por lo que acabé cogiendo con cariño tres libros sencillos, el primero, el Kumite de Kanazawa (reeditado como Técnicas de Combate de Kárate), y luego, uno sobre las técnicas de Aikido, y otro sobre las técnicas de Judo. En este punto, algunos lectores pensaran: ¡¡Caramba!! Que hace un escrito de Karate-Dō, nada más y nada menos, buscando libros de otras artes marciales: ¡¡Hereje!! Podrán pensar… bueno, pues si pensáis así, no sigáis leyendo, hasta que seáis capaces de comprenderlo por vosotros mismos.
Del libro de Kanazawa no tengo ninguna pega, perfecto para aprender. Sobre el de Aikido, tristemente, no me agrada en absoluto la historia de Morihei Ueshiba, sinceramente, me parece muy contraria a mi forma de ver la vida, y mi sentido del Dō, pero como las técnicas están bien explicadas, habrá que aprovecharlo. Y el de Judo, me entristeció ver que no contenía todas las técnicas antiguas, pues habían suprimido las que Kawaishi había introducido, pues no eran «reglamentarias» en un torneo de judo… venga, vamos, que yo hago Karate-Dō, por favor. Así que las explicaciones vienen perfectas, y unas contra técnicas muy interesantes, pero además de descargué el libro des-catalogado de Kawaishi, en el que, aunque viene menos explicado, te vienen esas «técnicas no reglamentarias» que son por coger de la cintura y de la pierna… algo prohibidísimo y peligrosísimo, vamos, como arrancarle los ojos a un oponente, pues igual.
Así que me puse con mi resumen de los libros, pues ese era el objetivo inicial. Claro, como iba a hacer yo un Kata… puesto que no ostento tan alto grado ni conocimiento como para crearla… Difícil decisión pues, ya que si no he podido entender de un creador de un kata el motivo de su creación, no podré modelar una yo mismo, pues es verdad que no entiendo perfectamente todos los detalles de esta.
Por lo tanto, en un intento de hacer algo coherente, me ví realizando el embusen de Heian Shodan (en verdad, algo parecido), cosa que es muy habitual en las primeras katas que crean muchos maestros. Y me di cuenta, de que si yo quería practicar muchas llaves y luxaciones, necesitaría por lo menos, a dos personas más, que corran mucho y cubran las cuatro direcciones, sino a cuatro. Esto me pareció un error importante; mutilarme a mi mismo mi entrenamiento, sabiendo que es mucho más fácil aprender con un compañero, que tener que buscarme de dos a cuatro compañeros.
En consecuencia me inventé algo mucho más sencillo, pensando en que con suerte, iba a trabajar con un solo compañero, y me invente lo que yo llamo Renshū, pues al fin y al cabo, son una rutina de entrenamiento, ejercicios, o llámalo como quieras, pero no son Katas. Podríamos decir que se caracterizan por: ser prácticamente lineales para poder trabajar con un compañero, contener técnicas de Kumite, Judo y Aikido en el mismo Renshū, trabajar todo de forma ambidiestra, existe un Ura Renshū, que es el trabajo que hace el compañero para seguirte con el Renshū correspondiente, y el que defiende es el que gana (salvo en las Renshū que contienen el Kaeshi Ippon Kumite).
Por eso mismo, ahora, no me parece tan bien buscar ese Bunkai verdadero. Total, sin una buena base; sin entender cada técnica, cada aplicación, llave, luxación, estrangulación, inmovilización, etc., etc. No podré comprender las combinaciones difíciles, ni asimilarlas, ni realizarlas correctamente. Cuando estoy harto de tener que aprender gotita a gotita combinaciones difíciles, que luego no puedo terminar de asimilar, pues al final es solo marearte para llevarte al mismo camino.
En fin, una vez se comprenden las técnicas sencillas, las complejas, son solo uniones. Y si tienen algún pequeño detalle, es algo añadible, comprensible y nada apabullante, como lo es el hecho de hacer combinaciones difíciles de las que muchas veces tienen dudable efectividad.
Seguramente nadie abra los ojos con este post, nadie quiera estudiar primero la base, y luego estudiar y buscar el verdadero Bunkai, pero se que no estoy solo. Y que me queda un largo y bonito camino por recorrer.
Hichokei Yuki
火長兄 勇気