Debil y Fuerte 弱い と 強い

25 10 2009

弱い Yowai Débil
強い Tsuyoi Fuerte

Leí hace poco en el blog de Charles C. Goodin sobre no golpear a las mujeres, y tiene mucha razón, pero me mosquea que se considere a las mujeres débiles por ser mujer. Y que, como se lleve ahora mucho de moda la alarma social por los malos tratos, no se tenga en cuenta que golpear a una mujer más débil, es tan despreciable como golpear a un niño, o a un abuelo, que también sean más débiles. Todo hay que evitarlo, y no es una cosa más importante que otra.

Para expresar de forma general las actitudes en las que se pueden englobar las personas en función de su forma de ser violentos he pensado este símil:

El Fuerte que busca a los Fuertes para pelearse. Éste personaje es un matón, que va en busca de adversarios fuertes, cruzándose muchas veces con algunos no tan fuertes, generalmente para demostrarse a sí mismo su hombría, o su destreza, porque en el fondo está inseguro de sus capacidades.

El Fuerte que golpea al Débil cuando ve que flaquea. Esta persona es un auténtico cobarde, pues sólo golpea cuando sabe que va a salir ileso, y así somete a los demás a su violencia. Y de echo, huye siempre de las peleas contra gente fuerte. En este saco entran los maltratadores de los que hablamos. Pues nadie conoce que son agresivos, y en su casa golpean a su mujer, a sus hijos, y hasta a su perro de forma indiscriminada. (Es posible que esto también lo hagan algunos del grupo anterior, pero por ser tan violentos, son más fáciles de detectar)

El Débil que vive atemorizado por los Fuertes. Esta persona son las típicas víctimas, pues no tiene la fuerza suficiente para defenderse. En este caso, podríamos incluir a todas las personas indefensas, con especial énfasis en las que son más inhumanos los ataques como contra las personas mayores indefensas, niños pequeños, y amas de casa maltratadas. A estas personas habría que enseñarles a ser fuertes, pues no es justo que vivan asustadas.

El Débil que sabe que todos los demás también son Débiles. Esto es una persona realmente valiente, aquí es a donde debería de aspirar todo el mundo. Y se llega cuando descubrimos que pelear no tiene sentido, pues si es posible que ganes (en nuestro caso que conocemos artes marciales, más), sabes que alguna hostia es probable que te lleves, y no merece la pena ni arriesgarse, pues al final todo el mundo pierde, porque aunque salgas ileso, no has sido capaz de controlar la situación, y eso es triste. Aunque tampoco se doblega ante ningún Fuerte que quiera imponerse, intentando siempre combatirlo con la no violencia.

En la vida es posible que hayamos pasado por más de una etapa, o de varias al mismo tiempo, pero para mi siempre hay que aspirar a la última, lo que es ser una persona equilibrada. Y con esto quiero expresar un poco más mi visión del precepto del Dōjo-Kun de Rechazar la Violencia, pues esta es desdeñable, y es contra el mayor enemigo al que nos enfrentamos los hombres de Dō.

Hichōkei Yūki
火長兄 勇気





Renshū y Katas 練習 と 型

21 10 2009

練習 Renshū : Practica, Ejercicio, Entrenamiento
型 Kata: Forma

En mi último post, hablaba de las Renshū, y dándole vueltas de nuevo, es inevitable que aflore la pregunta: ¿Si entrenas con Renshū, para que quieres las Katas?

Bueno, lo primero y más importante, es que sin las Katas, perdemos un medio de comunicación muy importante, pues cualquier maestro conoce o le suena tal o cual Kata, y es como se ha transmitido siempre en el Kárate las técnicas.

Pero esta afirmación lleva a la conclusión de que los Katas sólo son un lastre si ya tienes otras formas iguales o mejores de representar técnicas. Da aquí, podrían ocurrir dos cosas, que se creara un nuevo estilo de karate en el que se crean nuevas katas, creando así el estilo Caca-Ryu. O crear una nueva arte marcial, el Cagan-Do, que es a lo que llevarían las renshu, pues no son katas propiamente dichos.

Esto no implicaría que fuera más o menos efectivo que los demás, ni mejor ni peor. Pero yo siempre he sabido, que no importa lo que enseñes, sino como lo enseñes. Y por ello se que son más importantes los maestros que los estilos.

De echo, puedo dar fe que crear nuevos estilos solo genera odios y complica notoriamente el absorber el conocimiento de los demás maestros, de manera que es mucho más difícil mezclar una cosa con otra. Por esta razón siempre he estado en total desacuerdo con crear nuevos estilos, o separar los que ya hay, porque como decía Funakoshi:

“En Karate no hay estilos”

A pesar de ello, existe el Shotokan, Shito-Ryu, Goju-Ryu, Uechi-Ryu, Wado-Ryu, Kyokushinkai, etc… Que separan a practicantes del mismo arte marcial. Luego están los creados por los maestros “con un alto grado de conocimiento en artes marciales”, derivados del Kárate con otras artes marciales, como el karate-jutsu, karate-jitsu, nanbudo, budo de takeda ryu, etc..

Para mi ya hay bastante diferencia, con otros estilos más antiguos como Judo, Aikido y Kung Fu. A pesar de ello, también están apareciendo nuevos estilos como Krav Maga, Kenpo, Hapkido, Muai Thai. Y por si fuera poco, no hemos hablado ni un segundo de los de armas como Kobudo, Kendo, Iaido, Kyudo, Jodo, etc…

Me resulta irónico pensar que todos los practicantes de estas artes marciales, dirían que tienen un pasado que se remonta, si se busca bien, hasta la época en el que hombre era mono casi. Y no lo niego, pero entonces, yo les preguntaría ¿Y porqué, entonces, son todas tan diferentes? Porque todas son milenarias y tal y cual… y son las mejores, por supuesto.

Pues yo les diría que, si son diferentes, es porque ha habido maestros que han echo cosas diferentes de un mismo conocimiento universal: lo que un cuerpo puede hacerse para defenderse. Porque nadie puede disparar rayos por los ojos, ni teletransportarse, todos tenemos dos brazos, dos piernas, y unos movimientos biomecánicos limitados, a pesar ser las personas más elásticas del mundo.

Por eso digo que, si todos buscamos lo mismo, ¿¿porque nos separamos?? Puede que en un principio sea porque cada uno busca defenderse de agresiones diferentes, o tiene objetivos diferentes dentro del arte marcial, pero aún así… con todos los practicantes que hay ¿Son más las diferencias que las similitudes? Yo creo que no, que la ignorancia de lo que hace el prójimo, que busca lo mismo que yo, nos hace distanciarnos, incluso enemistarnos o descalificarnos diciendo que el otro estilo es mejor o peor (cuando repito, lo importante es el maestro).

Volviendo al tema principal. Carece de sentido por lo expuesto anteriormente seguir dividiendo, y separándonos más. Por ello acepto los Katas por otro motivo que hace que todo vuelva a tener sentido, y es que en ellos se contienen técnicas que no aparecen en los Renshū. Y transmiten conocimientos de grandes maestros, que seguramente no he alcanzado todavía a comprender, por lo que no son algo que se pueda desechar.

A pesar de ello, las Katas presentan dos problemas. El primero, es que trabajan en varias direcciones, por lo que para ser un poco fiel, necesitarías a varios compañeros, por lo que el trabajo por parejas es inviable. Por otro, que tienen tantas interpretaciones, que si quieres practicarlas todas tienes que hacer un estilo entero de karate para practicar cada Kata. Además de que el 80% de ellas no tienen una eficacia clara.

¿Que pensó Hichokei-san entonces? Pues una solución rápida y sencilla. Estudiar cada Kata los Bunkais que se consideren más importantes (de ese 20% que conocemos su efectividad realmente), representándolos con Renshū.

Con ello se consigue que el alumno pueda captar, aprender y dominar las partes más importantes de cada Kata, practicando el Kata entera también, pero teniendo un trabajo por parejas sacado de esta. Y llegado el momento de aprender de otro maestro, el alumno puede aprender las nuevas técnicas que este le enseña, teniendo una base fuerte sobre la que extraer las que le parezcan más apropiadas, creando nuevas Renshū que las contengan.

Al fin y al cabo, todo lo que hago con las Renshū es sacarme un esquema claro y conciso, de lo que quiero estudiar. Es algo sencillo, todo estudiante que coge un libro lo hace. Es como si para estudiar un tema, leyeras solo algunos capítulos de 100 libros diferentes… al final aprendes, y te haces una idea. Pero si desde un principio te coges un libro, que como todo en la vida; no tiene ni todo lo mejor, ni todo lo peor, tiene información. Y te lo estudias, y lo comprendes, consigues una base que, a la larga, te lleva a que cuando leas otros libros, aunque sean temas sueltos, añadas información a un conocimiento bien arraigado y aprehendido.

El símil sería hacer una casa con ladrillos uno encima de otro, que sería la base, y ir pintando, decorando y poniendo detalles con lo que se aprende, que sería la investigación. Frente a ir amontonando ladrillos, de forma que al final, de alguna manera misteriosa, un amasijo de ladrillos en forma de montón, consigue hacerse un hueco en el interior por donde pasar. Yo prefiero una casa, y no un montón.

Cada uno busca su propio camino, pero para recorrer el Dō no hay más remedio que estudiar y practicar.

Hichokei Yuki
火長兄 勇気





Renshū 練習

17 10 2009

練習 Renshū : Practica, Ejercicio, Entrenamiento

Últimamente se lee mucho acerca del verdadero Bunkai… que bonito es todo lo verdadero, el verdadero kata, el verdadero kumite, el verdadero Karate… Y cuán difícil es encontrar lo que se aproxima a nuestra búsqueda de nuestra propia verdad.

Por supuesto, también he buscado yo mi verdadero Bunkai… y al final, tras mucha búsqueda, he llegado a la conclusión de que no se nada. Así de claro. He aprendido tantos bunkais, y tantas posibilidades, que no cual escoger. Y estoy hablando de entre las que he considerado útiles, que inútiles hay muchas más.

Por ello me llegué a encontrar algo perdido. Cuantas cosas se pueden sacar de un esquema, pues una kata no es más que un resumen escueto. Cuando profundizas en ello hay tantas variantes, sobre todo, si sólo se conoce el resumen, y no el libro del que lo resumes… que puedes crear miles de libros distintos, o uno gordísimo.

Así pues, al final, viendo que el resumen no estaba claro, de hecho, eso suele suceder si coges cualquier resumen de otra persona y no conoces de qué va el tema, opté por leerme el libro.

Buena pregunta eso de leerme el libro, ¿Qué libro? ¿Qué libros? Bien… fue una gran pregunta la que tuve que hacerme. Así que, ni corto ni perezoso, con todo lo que albergaba mi escaso conocimiento, me fui a la tienda local de artes marciales, donde tienen una pequeña sección de libros.

Allí me tiré no menos de dos horas, mirando por encima todos los libros que podrían serme de interés… Olvidándome de esos libros que nada más ver las primeras fotos dudas del conocimiento del autor, pues se ve una mala ejecución de los movimientos, aquellos otros que no decían nada, y las páginas eran fotos de dos personas bailando, y los últimos que solo contaban una historia, siendo todo aparentes filosofías profundas. Me quedaban pocos donde escoger.

De los verdaderos libros de artes marciales, me di cuenta de que había dos vertientes: la que enseña cosas simples; y la que enseña combinaciones. En las que enseñaban cosas simples, estaban: las de kumite de karate, el judo y el aikido. Y de las que enseñaban cosas complejas: los bunkais de karate, el jujitsu y el hapkido.

Claro, allí estaba yo, tentado por aquellas combinaciones maravillosas, sorprendentes, espectaculares, dignas de una película de artes marciales. Frente a las frías, simples, sencillas y austeras técnicas de no más de uno o dos movimientos. Puede que por un segundo pensara que las combinaciones eran lo mejor… no, en verdad no llegué a pensarlo, pero solo fue porque ya sabía a lo que iba.

Por lo que acabé cogiendo con cariño tres libros sencillos, el primero, el Kumite de Kanazawa (reeditado como Técnicas de Combate de Kárate), y luego, uno sobre las técnicas de Aikido, y otro sobre las técnicas de Judo. En este punto, algunos lectores pensaran: ¡¡Caramba!! Que hace un escrito de Karate-Dō, nada más y nada menos, buscando libros de otras artes marciales: ¡¡Hereje!! Podrán pensar… bueno, pues si pensáis así, no sigáis leyendo, hasta que seáis capaces de comprenderlo por vosotros mismos.

Del libro de Kanazawa no tengo ninguna pega, perfecto para aprender. Sobre el de Aikido, tristemente, no me agrada en absoluto la historia de Morihei Ueshiba, sinceramente, me parece muy contraria a mi forma de ver la vida, y mi sentido del Dō, pero como las técnicas están bien explicadas, habrá que aprovecharlo. Y el de Judo, me entristeció ver que no contenía todas las técnicas antiguas, pues habían suprimido las que Kawaishi había introducido, pues no eran «reglamentarias» en un torneo de judo… venga, vamos, que yo hago Karate-Dō, por favor. Así que las explicaciones vienen perfectas, y unas contra técnicas muy interesantes, pero además de descargué el libro des-catalogado de Kawaishi, en el que, aunque viene menos explicado, te vienen esas «técnicas no reglamentarias» que son por coger de la cintura y de la pierna… algo prohibidísimo y peligrosísimo, vamos, como arrancarle los ojos a un oponente, pues igual.

Así que me puse con mi resumen de los libros, pues ese era el objetivo inicial. Claro, como iba a hacer yo un Kata… puesto que no ostento tan alto grado ni conocimiento como para crearla… Difícil decisión pues, ya que si no he podido entender de un creador de un kata el motivo de su creación, no podré modelar una yo mismo, pues es verdad que no entiendo perfectamente todos los detalles de esta.

Por lo tanto, en un intento de hacer algo coherente, me ví realizando el embusen de Heian Shodan (en verdad, algo parecido), cosa que es muy habitual en las primeras katas que crean muchos maestros. Y me di cuenta, de que si yo quería practicar muchas llaves y luxaciones, necesitaría por lo menos, a dos personas más, que corran mucho y cubran las cuatro direcciones, sino a cuatro. Esto me pareció un error importante; mutilarme a mi mismo mi entrenamiento, sabiendo que es mucho más fácil aprender con un compañero, que tener que buscarme de dos a cuatro compañeros.

En consecuencia me inventé algo mucho más sencillo, pensando en que con suerte, iba a trabajar con un solo compañero, y me invente lo que yo llamo Renshū, pues al fin y al cabo, son una rutina de entrenamiento, ejercicios, o llámalo como quieras, pero no son Katas. Podríamos decir que se caracterizan por: ser prácticamente lineales para poder trabajar con un compañero, contener técnicas de Kumite, Judo y Aikido en el mismo Renshū, trabajar todo de forma ambidiestra, existe un Ura Renshū, que es el trabajo que hace el compañero para seguirte con el Renshū correspondiente, y el que defiende es el que gana (salvo en las Renshū que contienen el Kaeshi Ippon Kumite).

Por eso mismo, ahora, no me parece tan bien buscar ese Bunkai verdadero. Total, sin una buena base; sin entender cada técnica, cada aplicación, llave, luxación, estrangulación, inmovilización, etc., etc. No podré comprender las combinaciones difíciles, ni asimilarlas, ni realizarlas correctamente. Cuando estoy harto de tener que aprender gotita a gotita combinaciones difíciles, que luego no puedo terminar de asimilar, pues al final es solo marearte para llevarte al mismo camino.

En fin, una vez se comprenden las técnicas sencillas, las complejas, son solo uniones. Y si tienen algún pequeño detalle, es algo añadible, comprensible y nada apabullante, como lo es el hecho de hacer combinaciones difíciles de las que muchas veces tienen dudable efectividad.

Seguramente nadie abra los ojos con este post, nadie quiera estudiar primero la base, y luego estudiar y buscar el verdadero Bunkai, pero se que no estoy solo. Y que me queda un largo y bonito camino por recorrer.

Hichokei Yuki
火長兄 勇気